lunes, 19 de septiembre de 2005

Héroes Anónimos

Murió muchísima gente. México no estaba preparado para un temblor de esa magnitud, a pesar de no ser el primer temblor aquí.

En realidad solo tenía cinco años y como no pasó mas que unas bardas caídas, y casas cuarteadas como la mía, yo no vi mas, hasta unos años mas tarde, y notando el pánico que surge cuando hay algún temblor.

Ayer viendo la televisión, salió a la platica lo que pasó ese día terrible.

Mi papá nos comentó que Ford Company, la compañía donde trabajaba, mandó a sus trabajadores (voluntarios) a ayudar en los diferentes lugares donde se cayeron edificios, a mi papá le tocó el Centro Medico. Su función era, subir entre las ruinas de aquellos edificios, para subir las lámparas de la calle con el fin de alumbrar mas pues la noche se acercaba y sería mas lento el levantamiento de escombros y salvar a tanta gente enterrada entre tantos escombros.

Intentaron subir por las escaleras del edificio, pero estaban destruidas, así que subieron por escaleras corridas, que sostenían unos, mientras que otros subían para amarrarlas y que los demás pudieran subir para subir las lámparas, cuando estaban arreglando las lámparas, vino una replica del temblor, y por la desesperación estuvo a punto de bajarse por las escaleras y lo seguía un ingeniero, , pero eso podría ser mas peligroso, por lo que mejor desistieron y aunque sintieron horrible se juntaron todos en una columna y se abrazaron, hasta que pasó el temblor, eran como 11 personas que se encontraban en donde estaba él. Me comentó que dos o tres señores, estaban llorando pues no querían morir ahí, y el hecho de ver que los edificios que estaban a tu alrededor y el mismo edificio en donde estaban en cualquier momento se podía caer fue horrible. Al final no pasó a mayores y solo notaron algo muy extraño, en el edificio de a lado, en donde según habían dicho ya no habían encontrado gente, se asomó una persona del séptimo piso. ¿Porque? No supieron mas, pues ese edificio estaba desalojado ya que en cualquier momento podía caerse.

Después del temblor ya no pudieron hacer más, pues olía mucho a gas y era muy peligroso prender las lámparas, ya que podría provocar un incendio, por lo que solo les dijeron, muchachos se acabo esto por hoy.

Él ya no quiso regresar, pues además de la experiencia vivida, nos comentó que los soldados del ejercito cuando ellos sacaban algún cadáver de los escombros los quitaban a apuntandoles con armas, para sacar a los cadaveres y que les tomaran fotos o videos, para que se dijera que buen ejercito y tan solidario, pero no contaron que ellos no arriesgaban sus vidas para sacarlos o quitar escombros. Por eso hay que agradecerles a los topos y a todas esas personas que no aparecen en noticieros, pero que expusieron sus vidas por ayudar cargando piedras, sacando cadáveres aún exponiendo su propia vida, personas que murieron en el intento por ayudar a sacar a la gente y quedo sepultada por el segundo temblor, doctores que atendieron a la gente que llegaba a los hospitales, personas que llevaban comida, y todo esto por solidaridad y aunque no los recompensaron, son héroes anónimos.

Ese día se notó la hermandad en México.

1 Comments:

At 7:51 p.m., Blogger c0d1g0 said...

Lo leo y no lo creo... y no me refiero a la tragedia, sino al proceder del "Ejercito"

¡Que guardadito lo tenias!

De verdad que no doy crédito. Espero no por esto se generalize el desempeño de todo el ejército y quiero suponer que es la actitud de pseudomilitares que por mala suerte le tocaron a tu papá. Despues de escuchar de tanta solidaridad y tantas veces al ejercito con su Plan DN-3 y demás, esta observación me parece muy indignante. :(

 

Publicar un comentario

<< Home