martes, 6 de enero de 2009

El tren de la VIDA

Hoy iniciando un nuevo año, con una nueva actitud me llegó una presentación. En verdad es algo muy bello pensar en comparar la vida con un viaje en tren. No había pensado que tuviera algo real, leyendo mas y mas la presentación me dí cuenta de la razón que tiene. Me llegó mucho al corazón. Recorde viejos amores, amistades de años, familia y personas que en el paso de los años han pasado y se han sentado junto a mi en este gran viaje que este la vida.
Espero sea de su agrado y coincidan conmigo sobre esto.

EL TREN DE LA VIDA
Hace algún tiempo atrás, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una lectura extremadamente interesante, cuando es bien interpretada.
La vida no es mas que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros
Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre.. estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajaran en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañia irremplazable.
No obstante esto no impide a que se suban otras personas que nos serán muy especiales.
Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos
De las personas que toman este tren, habrá también los que hagan un simple paseo.
Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje..
Y habrá otros que, circulando por el tren, estaran siempre listos en ayudar a quien los necesite.
Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente...
otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos dan cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos... Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa; el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamas regresos.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.
Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor.
Recordemos siempre que en algun momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos... Ya que nosotros muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio , al fin, es que no sabremos jamas en que estación bajaremos, mucho menos donde bajaran nuestros compañeros, ni siquiera el que esta sentado en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí.
Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso.
Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algun momento llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenian cuando embarcaron.
Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera mas valioso.
Amigos... hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena.
Hagamos tanto para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacio, deje añoranzas y lindos recuerdos a los que en el viaje permanecen.
FELIZ VIAJE!!!